Reflejo de ojos de muñeca japonesa
El lactante del primer mes de vida realiza muy pocos movimientos activos con sus ojos: lentos desplazamientos hacia la luz suave o brusca oclusión de los párpados cuando es intensa; en ambos casos, se trata de respuestas reflejas, defensiva ésta, de orientación la primera.
Durante el reposo vigil, las pupilas ocupan el centro de las aberturas palpebrales; si entonces con una mano se imprime a la cabeza del niño un movimiento de rotación, los globos oculares no la acompañan y parecen desplazarse en sentido inverso: las pupilas quedan descentradas con respecto a las aberturas de los párpados (figs. 17 y 18), persisten así por breves instantes y luego, lentamente, recuperan su ubicación habitual.
El reflejo de ojos de muñeca obedece a mecanismos propiceptivos de origen presumiblemente laberínticos; André-Thomas, que dedica amenas páginas a la observación de los reflejos oculares del recién nacido y lactante pequeño, encuentra rápida atenuación de este reflejo a partir del décimo día de vida en los nacidos en término. Es progresivamente inhibido y pronto reemplazado por el reflejo de fijación ocular que marca, en torno al mes de edad, el término de la etapa motriz en el desarrollo de la visión, para dar paso a la etapa sensorial (Ciancia). En adelante sólo es posible percibir el movimiento de los globos oculares en sentido inverso al de la rotación pasiva de la cabeza cuando el niño mayor, manteniendo los ojos cerrados, impide su fijación.
Bibliografía
- ANDRE-THOMAS et SAINTE-ANNE DARGASSIES, S.: Études neurologiques sur le nouveau-né et lejeune nourrisson. 1 vol. Masson et Cie., Paris, 1952.
- ANDRE-THOMAS et AUTGAERDEN, S.: Psycho-affectivité des premiers mois du nourrisson. 1 vol. Masson et Cie., Paris, 1959.
- CIANCIA, A. y CORNEJO, M. C.: Ortóptica y pleóptica. 1 vol. Ed. Macchi, Bs. As., 1966.