Reflejos condicionados
Desde Pavlov, se denomina reflejos condicionados a reacciones adquiridas provocadas por agentes que, siendo previamente neutros, llegan a actuar como estímulos eficaces por su coincidencia reiterada con los estímulos específicos de reflejos innatos. Volokhov ha señalado que los reflejos condicionados, uniéndose con los innatos, ajustan el proceso de adaptación del individuo al medio.
Algunos de los reflejos innatos, los arcaicos, expresión de las formas más primitivas de la postura y la actividad, desaparecen en el curso de la maduración, para resurgir, tras un período de latencia, integrados en actividades más complejas. Los restantes reflejos innatos, los más de ellos indispensables para la supervivencia, nunca se borran, persisten toda la vida. En cambio, los reflejos condicionados, producto de la experiencia individual y no de la herencia de la especie, son temporarios y desaparecen si no se refuerza su condicionamiento.
Las leyes que rigen los reflejos condicionados son las mismas para los animales utilizados en el laboratorio —perros, monos— que para el hombre. Pero, como puntualiza Azcoaga, no se debe hacer una traslación de conceptos y nociones de un campo al otro. En el ser humano el desarrollo intelectual y la participación del lenguaje imprimen a las funciones nerviosas superiores un sello particular.
De los conocidos requisitos necesarios para el condicionamiento de reflejos —integridad del receptor sensorial, reiteración del estímulo inespecífico, coincidencia en el tiempo con el excitante específico, etc.— nos interesa como pediatras la exigencia de “madurez del sistema nervioso”. Kasatkin estudió este aspecto en lactantes pequeños, en observaciones que coinciden con las obtenidas por el examen clínico neuromotor. Logró establecer en recién nacidos de los primeros días, reflejos condicionados vinculados a la actividad alimentaria, utilizando como estímulos condicionantes cambios de posición, movimientos de balanceo, etc. Esto coincide con los actuales conocimientos sobre la temprana mielinización de las fibras ligadas al aparato laberíntico y el importante papel que éste juega en el determinismo de la postura del feto y del lactante. En la vida diaria, todos los lactantes pequeños se condicionan espontáneamente a los actos que constituyen la rutina de su preparación para la mamada e, independientemente de los factores afectivos que van pesando en la experiencia, se anticipan al acto cuando la madre los levanta, les prende el babero, los coloca en determinada posición, etc.
Es tal el grado de madurez que alcanza el sistema laberíntico-vestibular en el lactante, que en el curso del segundo mes puede diferenciar la excitación de distintos pares de canales semicirculares, discriminando entre movimientos de balanceo horizontal y movimientos en sube y baja, y estableciendo diferentes reflejos condicionados para unos y otros.
El “analizador auditivo” sigue en el tiempo al laberíntico: se pueden lograr reflejos condicionados auditivos en el curso del segundo mes; recién a los dos meses la mayoría de los niños establecen espontáneamente reflejos condicionados ópticos, presentando gestos de succión o secreción de saliva ante la vista de los alimentos, del utensilio donde se los prepara o de la persona que habitualmente lo suministra; los últimos en establecerse son los reflejos condicionados táctiles.
Hasta aquí se han mencionado ejemplos de reflejos condicionados que se vinculan con el proceso de alimentación; pero los hay relacionados a otras funciones regidas por reflejos fundamentales, como los de defensa. Es de corriente observación el reflejo condicionado de “parpadeo a la amenaza”. Durante el primer mes el niño cierra los párpados por acción del músculo orbicular solamente cuando el objeto estimulante toma contacto con la córnea, conjuntiva o pestañas; pero en el curso del segundo mes, y a medida que se va desarrollando la visión (a medida que madura el “analizador visual”), la percepción de objetos que en forma fortuita o experimental penetran en el campo visual, provoca parpadeo antes de su contacto con el ojo o anexos: a partir de los dos meses, el lactante tiene ya el reflejo de “parpadeo a la amenaza”.
Como señala Kasatkin, “…el orden de aparición de los reflejos condicionados en el niño, depende del grado de madurez de los analizadores, y el reflejo es tanto más fácil de obtener cuanto mayor es la edad”; y refiere haber logrado por medio de estímulos vestibulares y auditivos reflejos condicionados alimentarios en prematuros, en los cuales aparecían a la misma edad que en los nacidos en término. Ulteriores experiencias de Papousek contradicen esta afirmación: como en las demás expresiones del funcionamiento cerebral, la conducta refleja se rige por la edad gestacional y no por la edad de nacimiento. Minkowski se hace eco de este concepto, y afirma, refiriéndose a prematuros: “…el nacimiento no altera en absoluto la fecha de aparición de los reflejos condicionados…”.
En términos generales se puede señalar los tres meses de edad como el momento en que el niño puede establecer con facilidad reflejos condicionados. Dekaban lo señala como el logro más significativo de la conducta en esa etapa de la vida.
Ajuriaguerra, reforzando el señalamiento de Volokhov, enfatiza la importancia de la adquisición de condicionamientos para la adaptación del individuo al medio. El aprendizaje y la conducta del niño pequeño están vinculados estrechamente al establecimiento de condicionamientos naturales.
Bibliografía
- AJURIAGUERRA, J. de: Manual de Psiquiatría Infantil. 1 vol. Ed. Toray-Masson, Barcelona, 1972.
- AZCOAGA, J.: Sistema nervioso y aprendizaje. 1 vol. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1972.
- DEKABAN, A.: Neurology of childhood. 1 vol. Williams and Wilkins Co., Baltimore, 1970.
- KASATKIN. N.I.: “Los Reflejos Condicionados en el Recién Nacido”. Medicina Soviética, 1,2: 42 - 53, 1955, Buenos Aires.
- KRASNOGORSKY, N.I.: El Cerebro Infantil. Los reflejos condicionados en el estudio de su actividad. 1 vol. Ed. Psique, Buenos Aires, 1953.
- MINKOWSKI, A.: “Desarrollo del Sistema nervioso en las primeras etapas de la vida. Introducción”. En Flakner, F.: Desarrollo Humano. 1 vol. Ed. Salvat, Barcelona, 1969.
- PAPOUSEK, H.: “A Physiological view of early ontogenesis of so called voluntary movements. Functional and metabolic development of the central nervous system”. Plzen. Lek. Sbor. Suppl. 3: 195-198, 1961. Stadni Pedagogicke Nakladetski, Prague. (Cit por Minkowski).
- PAVLOV, I.P.: Los Reflejos Condicionados. La función de los grandes hemisferios. 1 vol. Ed. Pavlov, Mexico D.F., 1942.
- VOLOKHOV, A.A.: “Development of unconditioned and conditioned reflexes in ontogenesis”. XXI Congreso Internac. de Ciencias Fisiológicas, Bs. As., 1959. Actas.